En la vida, a diario, a cada instante, nos pasan hechos agradables, y otros no tan agradables. Circunstancias cómodas y otras no tan cómodas. Hechos que nos alegran, y otros que nos producen lágrimas que brotan de nuestros ojos, indicando que algo o alguien ha provocado que nos sintamos tristes, afligidos e impotentes. Lo esencial es aprender de cada hecho, de cada circunstancia. Buscarle siempre el lado bueno, que aunque parezca que no lo tiene, sí lo tiene. Es decir mantener una actitud positiva, que siempre hace bien al corazón. En ocasiones no podemos evitar que los hechos sucedan, sin embargo, tenemos el poder de elegir, cómo vamos a reaccionar frente a los mismos. Por ejemplo, podemos decir, uh!, otra vez llueve, o podemos decir qué bueno que llueve, la naturaleza lo necesita, y además, me puedo reunir a ver una peli con amigos, contarnos cosas, compartir un juego… Y en cuanto a las tristezas del alma, comprender que aquel que nos ha herido, es humano, y que puede pasar, que todos sin querer a veces podemos herir a quienes queremos, sin embargo, es sanador, comprender al otro, y tener una actitud de apertura al diálogo y resolver aquello que nos pone triste, en vez de quedarnos con sentimientos, sensaciones que nos dejan intranquilos y que no hacen bien al alma. “MANTENER ACTITUDES POSITIVAS TIENEN UN ALTO PODER SANADOR EN NUESTRO SER, FAVORECIENDO NUESTRO BIENESTAR GENERAL”
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